(Y pensar que en la escuela nos hacían cantar "Ganamos! Perdimos! Igual nos divertimos!".)
Si lo importante fuera competir, nadie lloraría por un segundo puesto.
domingo, 9 de julio de 2006
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Diagnóstico
- Tux Maniac
- Trastorno psíquico caracterizado por deficiencia de control de las emociones e impulsos, insuficiencia de adaptación a las normas morales o sociales, asociabilidad y tendencia a la actuación, conductas antisociales, sumado a una frecuente disposición a la toxicomanía y la práctica de perversiones.
7 comentarios:
En la escuela no nos pagaban fortunas para jugar.
Sin embargo, aún teniendo en cuenta este detalle nimio, me pareció un un verdadero asco la conducta de los franceses al final.
No creo que sería buena idea enseñarles desde tan pequeños a quedar resentidos ante la derrota.
Sugus: No es una cuestión de dinero. Si estuviera en la misma situación de los franchutes, yo tampoco estaría muy feliz de la vida. A lo que voy es a que el segundo puesto no es un lugar feliz y uno compite siempre para ganar, no para quedarse en el camino a la copa.
agp: Mire, tengo un compañero en el trabajo que cuando Argentina quedó afuera dijo "Yo igual estoy contento porque Argentina jugó bien". Jugar bien no alcanza; al igual que las buenas intenciones.
say no more: No es mi intención promover el resentimiento, sino que se reconozca que uno va a ganar. Nadie vuelve contento habiendo perdido. El cántico ese que me enseñaron en el primario es el fiel reflejo de la postura conformista de la sociedad.
"No es una cuestión de dinero"
VAaaamoos!!
Mire Tux, piense como guste - de todos modos así piensa la mayoría así que no estará solo - pero a mí me sigue pareciendo que si se compite, es para aspirar al primer puesto, pero sabiendo que también se puede recalar más o menos dignamente en el 2do, 3ero, etc.
Y si las reglas de juego no gustan, entonces, mejor no juegue.
Pero sobre todo, no se puede hacer semejantes papelones!!
Sugus:
"No es una cuestión de dinero" VAaaamoos!!
A lo que voy es que en la escuela no me pagaban para ganar pero lo mismo ponía todo la garra para ganar. Y si perdía me volvía cabizbajo.
Es díficil conservar la dignidad cuando las expectativas de ganar se vienen al suelo. No está mal dejar salir esos sentimientos.
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