lunes, 30 de mayo de 2005

La rubia que llora (reprise)

reprise: Repetición de un tema de composición anterior.

Sopló una fresca brisa nocturna y se movieron las cortinas en la ventana. Yamamoto puso las manos en los bolsillos de su campera y salió a caminar por la ciudad. Esa costumbre que hacía tiempo había adquirido, le permitía descubrir seres extraños, a veces solitarios como él, que también compartían el gusto por la calle oscura.

Pateó una tapita de cerveza en el camino y pensó en Demián... "Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría..." "Ah.. un camino sin repeticiones...", suspiró Yamamoto.

Casi llegaba a la plaza cuando vio a una joven sentada en un banco. Estaba sola. No fue sino hasta que llegó a su lado, que descubrió que las lágrimas corrían por su cara.

- ¿Por qué llorás?

Ella lo miró llena de angustia. En ese momento, sus ojos le parecieron familiares. Quizás se habían conocido mucho tiempo atrás. En ese mismo banco, en otra noche, con esa misma tristeza.

- Porque soy demasiado hermosa.

viernes, 27 de mayo de 2005

¿Cuánto tiempo más llevará?

...y tus ojos van mirando más allá...

Tiempo de silencio el que ha corrido por este blog y cuántos reclamos de mis fans que no he atendido... Es verdad, prometí muchas veces que volvía a escribir pero esta página no se modificó. Estuve reflexivo por un tiempo, abducido algunas veces y hasta armaron blogs pidiéndome que vuelva!

Algunos querrán saber que viejas tormentas volvieron a sacudir mi barco y quise ver más allá: verlas pasar. Evitaré la fácil metáfora de "corrí hasta el timón y lo sostuve fuertemente". Mejor diré que tras un par de sesiones de psicóloga salí como nuevo y listo para estrenar.

Acá, alguien me dijo que me convertí en un sex symbol. Asumirlo sería un verdadero acto de fanfarronería, así que solicito a las señoritas y señoras lectoras de estas líneas que hagan fila y se queden tranquilas porque acá, hay para todas.

Pero mejor dejo acá por hoy y sólo les anuncio el tan esperado regreso; porque cuando vuelvo a escribir en mi blog a las 23:30 desde el trabajo, me doy cuenta de que he pasado mucho tiempo sin volver a casa...